Queridisimo José María
!Como me alegró tu carta! Pero...fue tardía, tú debiste/ contestarme enseguida...ya no me fío de ti! Viajero impediente!
Agredezco mucho los elogios de Loynaz; de ese muchacho/ pálido y febril que tiene una terrible enfermedad de lirios y círculos/ concéntricos, pero él todavía no me conoce (lo digo con cierto/ orgullo) mi alma avanza disolviendo nieblas y revelando cielos/ con una florecita de angustia y amor sobre la frente; mi alma/ brinca y canta por perspectivas que Loynaz no supone en este/ momento.! Si vieras que efecto mas raro, mas frio me produce él / que que (sic) me digan Lorca! Yo soy Federico pero no soy Lorca/ ¿no lo ves tú así?
Me siento traspasado por todas las cosas; a veces imaginó / que tengo una coronita de
luciérnagas y que yo soy otra cosa./ Creo que nunca seremos puros porque poseemos la cualdidad / de distinguir y juzgar... pero por más esfuerzos que hago, el/ viento no quiere darme lección...y he de permanecer así hasta / que sea viejecito buscando la cartilla inefable y verdadera de/ la brisa.
Oye José María, no sabes la alegría que me das con la / fundación de esa sociedad de arte popular que tanto bien puede/ hacer revelando los cauces puros del carácter de España! de España!/ (me emociono alegremente pensando en mi país.)Yo creo que Falla / se pondra contentísimo con esa idea, mañana voy a Granada unas / horas y hablare con él. Cuéntame de esto más cosas.
La conversación con Canedo en tu casa, la he recordado / varias veces y os agredezco con el alma que os acordarais de mi/ Canedo es un hombre por quien siento un respeto extraordinario,/ un gran cariño y mi más honda admiración.No sé si tú sabes / (!casi como Calderón!) que le he pedido un prólogo para el libro / de Monje y
él me lo ha ofrecido gustoso.
He recibido libros de varios jóvenes poetas portugueses / ! Ya te hablaré! Abrazos cordiales de / Federico
Adiós. Ahora mismo comienza una gran tormenta.Los/ truenos como grandes brasas de hierro negro que rodaran sobre / una pendiente de pierda lisa, hacen temblar los cristales de una/ casa. !Señor! acuérdate de los rebaños que viven en el monte / de las garbas de trigo abandonadas sobre el rastrojo! Entre la / luz cenicienta mi madre y mis hermanas dicen ! Santo Semana Santo!/ Yo como el caracol, encojó mis cuernecitos de poesía
2 de Agosto